Durante los últimos 20 años, dos tipos diferentes de baterías de iones de litio han estado compitiendo por la supremacía: níquel-manganeso-cobalto (NMC) y litio-ferrofosfato-fosfato (LFP). Ambos tienen típicamente ánodos hechos de grafito; la diferencia está en la composición del cátodo. La sabiduría convencional era que el NMC, con su densidad energética superior, estaba en ascenso y que el LFP iba a desaparecer hasta convertirse en un nicho. Pero en los últimos cinco años, el LFP ha vuelto a rugir y ha capturado casi la mitad del mercado, en parte porque está compuesto de materiales benignos y fáciles de obtener (en marcado contraste con, por ejemplo, el cobalto).
Los analistas proyectan un enorme crecimiento en el mercado de LFP en los próximos años. Desde la perspectiva estadounidense, el LFP tiene dos grandes desventajas restantes. Primero, todavía no puede igualar la densidad energética del NMC. Y segundo, quizás el más significativo, la producción de células LFP está dominada casi en su totalidad por China.
Ante esto, LATAM avanza en la consolidación de un consorcio internacional para construir plantas industriales de LFP fuera de China.
Action SpV liderará este proyecto, que marcará un hito en la industria, ya que será el primero en posicionarse en nuevos mercados de materiales avanzados en Chile y la región.